Más de 9,000 animales fueron rescatados de un vida de dolor y sufrimiento inimaginables luego de que la policía efectuara una redada en lo que los investigadores llamaron “la peor operación de tortura existente en los Estados Unidos”, un matadero ilegal en Florida, funcionando bajo el nombre de Coco Farms.
Richard “Kudo” Couto, fundador del grupo de Animal Recovery Mission (ARM), fue fundamental para desenmascarar la verdad tras la secreta instalación. Coco Farms tenía licencia para vender animales vivos, pero no tomó mucho tiempo antes de que Couto y su equipo se enfrentaran cara a cara con la repugnante verdad tras la operación. “Entramos como clientes y básicamente nos hicimos amigos. Lentamente creamos relaciones con ellos hasta que llevaban a cabo sus actividades regulares dentro de la propiedad frente a nosotros, hasta que se sintieron lo suficientemente cómodos para comenzar a matar animales”, señaló.
Couto dice que quedó impactado con la brutalidad que presenció. “Estaban cociendo a los animales vivos. Estaban ahogando a los animales en agua hirviendo. Le sacaban la piel a los animales vivos –y estoy hablando sobre sacarles completamente la piel a los animales mientras seguían vivos–. Colgaban a las cabras cabeza abajo, les clavaban cuchillos en la garganta y luego giraban sus cabezas hasta sacarlas mientras aún seguían vivas. Nunca he visto nada como las cosas que estaban sucediendo en esta propiedad”, dijo.
Couto dice que el pequeño personal de la granja parecía preferir estos métodos tortuosos de muerte antes que otros más humanos, describiéndolos como “tipos realmente violentos” quienes “preferirían calcinar vivo a un animal, o perseguirlo con un hacha o un mazo”. Estima que alrededor de 300 animales, incluyendo caballos, estaban siendo asesinados brutalmente en la granja todos los días, y que era una situación constante que permanecía en secreto hace 45 años. “Estamos descubriendo ahora que habían publicidades enormes en periódicos asiáticos locales”, dijo. “Probablemente desde un 40 hasta 50% del negocio lo hacían con restaurantes asiáticos en el área, vendiéndoles carne ilegalmente. Pudieron escabullirse del sistema por que era legal que tuvieran animales en el lugar”.
Los miles de animales en la granja que aún no mataban apenas tenían mejor suerte. Coute describe gallinas apiñadas en jaulas diminutas, cubiertas en sangre de otras que habían matado frente a ellas. Algunos de los animales más grandes, cautivos por cercados en la parte posterior de la propiedad, estaban tan desnutridos que se veían obligados a comer otros animales que habían muerto ahí mismo.
Afortunadamente, la esperanza para estos miles de animales venía en camino. Después de meses de recolectar evidencia, ARM coordinó con la agencia de orden público del Estado la definitiva clausura de Coco Farms. La semana pasada, en conjunto con más de 100 oficiales del Departamento de Policía de Miami-Dade, hicieron una redada en la propiedad y arrestaron al dueño y al personal.
Ahora están en el proceso de salvar tantos animales como puedan de los 9,000 que rescataron. “Esta es probablemente la redada más grande de mataderos ilegales en la historia de Estados Unidos”, dijo Couto. “Estamos en nuestro cuatro o quinto día dedicados al tratamiento de animales, regresándolos a su estado óptimo de salud a través de alimento apropiado y nutrición y agua”. Varios cientos de animales fueron encontrados tan enfermos que se les tuvo que practicar humanamente la eutanasia, pero para cientos otros, una mejor vida les espera.
“Estos animales están abandonando una de las peores propiedades en el mundo, no en Estados Unidos, en el mundo”, dijo Couto. “Ahora estamos sacándolos de aquí y trasladándolos a algunos de los mejores santuarios en el país. Vivirán las mejores vidas que sean posibles. Es realmente de lo peor a lo mejor”. Los operadores de la granja, Gregorio Santa Ana de 69 años de edad y José Armando Solis de 35 años de edad, tienen sus activos congelados y están siendo retenidos por varios cargos de crueldad animal.
Aunque podría ser el arresto más grande de su clase hasta ahora, Coco Farms no está solo. Según Couto, es probable que hayan miles de animales esperando ser rescatados en instalaciones como esta por todo el Estado, ganando dinero de la venta de carne mientras se aprovechan de descuidos legales. “Tenemos cientos de granjas para las que estamos solo esperando el poder humano para ponerles fin”, dijo. “Hay probablemente más de 500 de estas granjas en Florida. Definitivamente hay otras granjas más pequeñas como estas a lo largo de todo el país, pero en Florida, es una industria a gran escala. Son millones y millones de dólares. Esto es crimen organizado”.
Visto en: The Dodo
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