lunes, 29 de junio de 2020

Diez momentos enternecedores entre padres animales y sus crías

Gorila de montaña
Un gorila de montaña de espalda plateada, que dirige un grupo con 30 miembros, es un animal fuerte que puede resultar intimidante.
Pero no cabe duda de que siente debilidad por las crías.
«Los padres les quitan las crías a las madres para acicalarlas y una vez vi a un macho mayor hacerle cosquillas a un gorila joven con el tallo de una flor», escribió la primatóloga Dian Fossey en un artículo de 1981 de la revista de National Geographic.
Los padres son pacientes con sus crías y permiten que trepen y jueguen sobre su espalda, como esta cría de las montañas Virunga, en Ruanda.
Es más, los gorilas macho cuidan de las crías jóvenes, aunque no estén seguros de cuáles son suyas. Se trata de un anatema para la mayoría de los padres animales, a los que no les interesa invertir tiempo y esfuerzo en una cría con la que no comparten genes.
¿Por qué lo hacen? Por una parte, las hembras lo perciben. Un estudio reciente demostró que los padres gorilas que pasan más tiempo con las crías —incluso las que no son suyas— producen 5,5 veces más crías que los padres menos atentos.

 Pingüinos emperadores
Los pingüinos emperadores viven en la Antártida, uno de los entornos más duros del planeta, donde las temperaturas pueden descender a -45 grados centígrados y los vientos alcanzan velocidades de hasta 160 kilómetros por hora.
Al principio del invierno, las madres ponen un solo huevo sobre el hielo, lo empujan bajo las patas de su pareja (como hace la hembra de la foto) y después salen a mar abierto, donde pasan dos meses alimentándose. Como sentarse sobre el huevo lo dejaría congelado, los pingüinos macho lo cubren con una sección de piel adaptada llamada placa de incubación o incubatriz.
A lo largo de los meses de frío brutal, durante los que los padres no se alimentan, se apiñan para mantenerse con vida a sí mismos y a los huevos. Pierden casi la mitad de su peso antes del regreso de sus parejas.
Aunque sean padres dedicados, estos padres no pueden hacer nada respecto a la pérdida del hielo antártico, que podría conducirlos hacia la extinción.

 Caballito de mar
Muchos padres animales cuidan de los huevos, pero no están dotados para el cometido del embarazo. Salvo el caballito de mar.
Los caballitos de mar invierten los roles familiares del reino animal. La hembra utiliza una protuberancia denominada ovipositor para trasplantar los huevos a la bolsa incubadora del macho, donde eclosionan y se desarrollan y de la que surgen cientos de caballitos de mar diminutos e independientes.
«La bolsa se parece mucho a un útero humano», señala Verdolin. Pero esa no es la única similitud.
«Algunos de los mismos genes implicados en el embarazo en hembras humanas están presentes en caballitos de mar macho; me parece fascinante», explica.
Cuando el padre (como el de la foto) da a luz, su pareja monógama ha preparado más huevos para que el apareamiento comience de inmediato. Esta eficiencia podría explicar por qué los caballitos de mar han desarrollado una estrategia reproductiva tan insólita.

 Titís leones dorados
Estos padres son conocidos por llevar a sus crías a la espalda cuando recorren las selvas de las costas brasileñas donde viven.
Los tamarinos o titís leones dorados viven en grupos sociales pequeños, que incluyen una pareja reproductora, parte de su descendencia y en ocasiones otros parientes. Las madres suelen tener gemelos, cuya alimentación y transporte supone una carga. Por eso durante las primeras seis o siete semanas de vida las crías pasan la mayor parte del tiempo en la espalda de su padre.
A medida que crecen, los padres siguen involucrados, proporcionan alimentos diferentes y les enseñan a acicalarse, recolectar comida, apiñarse de noche para entrar en calor y desarrollar aptitudes sociales.

Phyllobates terribilis
Los dendrobátidos (o ranas venenosas de dardo) son famosos por sus colores vivos y sus toxinas potentes. Pero los machos de estas especies de Centroamérica y Sudamérica también invierten mucho esfuerzo en los cuidados parentales, algo poco habitual entre las ranas.
Cada especie tiene su propio ritual de apareamiento, pero las hembras acostumbran a escoger entre una selección de machos territoriales y depositan los huevos dentro de sus dominios. Cuando eclosionan, los renacuajos se aferran a la espalda del padre (en la foto, una Phyllobates terribilis o rana dorada venenosa), que busca estanques en la selva, a veces emprendiendo largos viajes de hasta 400 metros.
Cuando el padre encuentra un estanque, como al pie de una planta, deja a algunos de los renacuajos para que maduren en un entorno seguro. Repite el proceso hasta que los renacuajos están repartidos por varias zonas de la selva.
Aunque es una expedición peligrosa para el padre y sus crías, distribuir los renacuajos de este modo garantiza la supervivencia de algunas en el caso de que se sequen uno o varios estanques.

 Búhos nivales
Los búhos nivales macho, como este de la isla Bathurst en Nunavut, Canadá, ponen comida sobre la mesa, primero para la madre que empolla los huevos y más adelante para toda la familia, que puede consumir hasta cinco lemmings cada día.
Estas aves blancas forman parejas mayormente monógamas cada estación para reproducirse y anidar en la tundra ártica; un solo progenitor no puede hacer este trabajo solo.
«En la medida en que machos y hembras esperan que haya monogamia, es mucho más importante cuando se necesitan cuidados biparentales, que se observan en muchas aves», explica Verdolin.
Según la disponibilidad de lemmings en una estación determinada, los búhos varían la cantidad de huevos que ponen, que oscila entre tres y 11. Si hay muchos lemmings, las aves producen más huevos.
A los 25 días de edad, los pequeños búhos abandonan el nido y se distribuyen por la tundra. Pero el trabajo del padre no termina ahí. Durante más de un mes, mientras los búhos jóvenes mejoran sus habilidades de caza, demandan con sus gritos que uno de los padres les entregue comida.

 Licaones
Los licaones viven en manadas dirigidas por una pareja, un padre y una madre (mayormente) monógamos. Estos padres desalientan que otros licaones de la manada se apareen y garantizan que sus cachorros tengan prioridad a la hora de comer.
Todos los miembros de la manda, incluidos los machos menos dominantes, ejercen de niñeras. Se trata de una labor muy necesaria dada la naturaleza revoltosa de una camada de cachorros, como estos del delta del Okavango de Botsuana.
Los padres licaones encabezan la misión de caza. Conforme los cachorros crecen, aprenden de su ejemplo cómo colaborar con el grupo y derribar presas grandes, como antílopes y ñus.
Cuando los cachorros aún no pueden desgarrar la carne, los adultos regurgitan los alimentos para que puedan comer.

 Micos nocturnos
Cuando un mico nocturno hembra da a luz, el padre asume la tarea de transportar, acicalar y jugar con sus crías más a menudo que las madres.
«En lo que respecta a los cuidados paternos en mamíferos, nada se acerca remotamente a los micos nocturnos y los titís», una especie cercana, señala Fernández-Duque, cuyo proyecto Owl Monkey Project ha estudiado los primates de Argentina durante casi 25 años. «Siempre hago la broma de que son los caballitos del mar del mundo de los mamíferos».
Las parejas de micos nocturnos (en la foto, una familia) tienen relaciones muy estrechas similares a las humanas, pero a menudo se ven afectadas por la intrusión de machos y hembras que intentan romperlas. Cuando lo logran, estos nuevos padres no siempre sienten el mismo apego por el cuidado de sus hijastros.
Fernández-Duque señala que los datos preliminares demuestran que las crías cuyas familias se rompen de esta forma sufren más cuando desaparece el padre —por ejemplo, mueren antes y en mayor proporción— que las crías que pierden a sus madres.

 Cardenal
Los cardenales practican la denominada incubación bucal. Cuando la hembra libera unos 40 huevos en el mar, el macho los fertiliza y enseguida los absorbe en la boca (como este cardenal Apogon cyanosoma de las islas Salomón). Así, el padre dedicado puede mantener la puesta a salvo de los depredadores.
Parece que la mayoría de los cardenales se aparean de este modo en parejas monógamas. Pero su estilo reproductivo no es tan convencional; recientemente, se han hallado pruebas de infidelidad.
Un estudio en Papúa Nueva Guinea desveló que el 30 por ciento de las puestas que transportaban los padres cardenales habían sido concebidas por un pez hembra que no era su pareja.
Los padres animales dedicados, relativamente habituales entre los peces, tienden a cuidar de sus crías solo cuando están seguros de que son suyas, una configuración que favorece la monogamia. En cambio, en el caso de los cardenales, la oportunidad de acción paralela por parte de ambos sexos parece ser una parte valiosa de su estrategia reproductiva.

 Leones africanos
Un león africano macho y un cachorro comparten un momento tierno en la reserva nacional de Masái Mara, Kenia.
Los grandes felinos tienen una mala reputación como padres, sobre todo por la práctica de matar a las crías que no han engendrado, lo que garantiza que las hembras estén listas para aparearse de nuevo. Aunque para los humanos puede ser difícil de entender, se trata de una estrategia reproductiva que permite que los leones engendren cachorros propios.
Las hembras de una manada de leones africanos llevan a cabo la mayor parte de los cuidados parentales, como cazar y criar a los cachorros. Por su parte, los padres se unen para controlar un territorio abundante en presas que el experto en leones y explorador de National Geographic Craig Parker denomina «punto caliente». Viven con las hembras y sus cachorros hasta que los desplazan otros machos jóvenes o más fuertes.
«La única forma de acaparar uno de esos "puntos calientes", que son muy valiosos y escasos, es con un grupo de compañeros de igual sexo que trabajen como una unidad», explicó Parker en una entrevista anterior.

sábado, 20 de junio de 2020

La ciencia admite que ser un amante de los gatos es bueno para la salud

El presidente Abraham Lincoln resultó ser todo un gran aficionado a los gatos: jugaba con ellos durante horas. ¡Y no resulta extraño que él los adorara tanto! Al fin y al cabo, pueden ser buenos para nosotros y nuestro bienestar e incluso hacer que nuestras vidas sean más sanas y felices.
Genial.guru quiere compartir todos los efectos positivos que los gatos aportan en nuestro día a día y, probablemente, al terminar de leer este artículo algunos de ustedes se conviertan en amantes de los felinos.

1. Los gatos pueden ayudar a curar huesos, tendones y músculos

Escuchar el ronroneo gatuno es una sensación realmente agradable porque significa que tu amigo peluchín está a gusto y feliz, pero el mismo ronroneo también puede tener efectos curativos, según este estudio y esta infografía que lo explica de un modo más sencillo.
En breves palabras, los gatos ronronean a una frecuencia de 20-140 Hz y el estudio arriba mencionado sugiere que las frecuencias entre 18 Hz y 35 Hz albergan efectos positivos en nuestras articulaciones tras sufrir una lesión.

2. Los gatos pueden mejorar tu salud mental

Este estudio realizado en Australia revela que los dueños de gatos tienden a tener una mejor salud psicológica que las personas sin mascotas. Afirman ser más felices, seguros de sí mismos y menos nerviosos. También afrontan los problemas en la vida mucho mejor.

3. Los gatos pueden reducir tus niveles de estrés y ansiedad

Nuestros pequeños felinos pueden jugar un papel importante a la hora de aliviar el estrés haciendo algo tan sencillo como reposar en tu regazo. Tan solo acariciarlo puede hacerte sentir mucho mejor. Además, este estudio afirma que incluso 10 minutos acariciando a un perro o un gato pueden aportar un efecto positivo en los niveles de estrés y ansiedad.

4. Los gatos reducen el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas

Si ya has asumido el hecho de que los gatos ayudan a reducir el estrés, espera, ¡puede ser mejor! Estos amigos de cuatro patas también pueden reducir el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, según este estudio.
Así las cosas, los gatos no solo son buenos para la salud mental, sino también para la física. Cada vez estamos más convencidos de que realmente son una especie especial.

5. Los mininos te ayudan a dormir mejor

Puedes pensar que dormir con tus gatos es una mala idea porque son animales nocturnos. Eso puede ser verdad, pero no todos los gatos son así, según este artículo: tener a tu mascota contigo en el dormitorio aporta sensación de seguridad y relajación.
Es más, este estudio revela que, basándose en 46 personas, el 41 % afirmó dormir mejor cuando compartían la habitación con sus mascotas, describiendo que sus peluchines eran beneficiosos para conciliar el sueño.

6. Los gatos pueden satisfacer tu necesidad de compañía

Según este artículo, los gatos y sus dueños pueden desarrollar una verdadera conexión que va más allá de simplemente dar de comer a estas pequeñas bolas de pelo. Resulta más que probable que respondan a las necesidades de su dueño si este ha respondido a las necesidades de su gato en el pasado.

7. Los gatos protegen a los niños de desarrollar alergias

Este estudio descubrió que los niños menores de un año que fueron expuestos a un gato eran menos propensos a desarrollar alergias. Y no solo alergias a las mascotas, sino también a las comunes, como la sensibilidad al polvo, el césped y otras.
Estamos convencidos de que muchos de nuestros lectores tienen gatos en su hogar, por lo que te pedimos que compartas cualquier foto linda de ellos de las que dispongas, ¡solo por si los demás necesitan más motivos para adoptar uno!

viernes, 5 de junio de 2020

Investigadores advierten que la actividad humana amenaza miles de millones de años de historia evolutiva

Elusor macrurus
(CNN) La actividad humana podría conducir a la extinción y destruir miles de millones de años de historia evolutiva, lo que ha producido criaturas notables como la tortuga Mary River de pelo punk , el lémur Aye Aye de ojos amarillos y el cocodrilo chino, advirtieron los investigadores.
En un estudio publicado en la revista Nature Communications el martes, los investigadores exploraron cómo las áreas que albergan a los anfibios, mamíferos, aves y reptiles más amenazados del mundo están siendo afectadas por nuestra "huella humana", lo que podría conducir a la pérdida de "la mayoría animales únicos en el planeta ".
Los científicos del Imperial College de Londres y la Sociedad Zoológica de Londres descubrieron que las regiones que albergan la mayor cantidad de historia evolutiva única, como el Caribe, grandes extensiones del sudeste asiático y los Ghats occidentales de la India, se están degradando debido a niveles de presión humana "sin precedentes", como la pérdida de hábitat, la expansión agrícola y el consumo de carne.
"Evolutivo distinto"  Especies como el lémur Aye-Aye podrían perderse hasta la extinción, advierten los investigadores.
Como resultado, especies "evolutivamente distintas" como el lagarto cocodrilo chino, el Shoebill, un ave grande que se encuentra en los pantanos y humedales de África, o el lémur Aye-Aye nocturno de dedos largos y ojos amarillos, podrían perderse en la extinción.
Grupos enteros de especies estrechamente relacionadas, como pangolines y tapires, también podrían perderse, llevando consigo miles de millones de años de herencia evolutiva, advirtieron los expertos.

Utilizando la metodología del árbol de la vida, un modelo que muestra las relaciones entre organismos vivos y extintos, los investigadores estudiaron vertebrados, mamíferos y reptiles que se clasificaron como "en peligro crítico", "en peligro" y "vulnerables".
"Calculamos cuánta historia evolutiva perderíamos. Y ese número salió cósmicamente grande, incluso yo no me lo esperaba", dijo a CNN Rikki Gumbs, autor principal del estudio e investigador de doctorado en el Imperial College London y ZSL.
Al sumar los años acumulativos de la historia evolutiva que se perderían en caso de extinción, "alrededor de 50 mil millones de años de historia evolutiva están bajo amenaza", agregó.
Los expertos temen la pérdida de criaturas únicas, como el lagarto cocodrilo chino - shinisaurus crocodilurus - en la foto.
Gumbs le dijo a CNN que, como resultado de la invasión humana en hábitats naturales en todo el mundo debido a la agricultura, la vivienda y el consumo de carne, hay una disminución de algunos de los "animales más singulares del planeta".
"Estamos comenzando a ver el impacto actual de esto en la biodiversidad del mundo, en los animales más singulares del planeta y también en las áreas más importantes donde aún persisten", dijo.
"Intrínsecamente, perder cualquier especie es una pérdida real solo porque existe y tiene derecho a existir y tiene un valor en sí mismo", dijo a CNN.

"Pero el árbol de la vida también es algo real. Sabes, parece bastante abstracto que dibujemos estas ramas entre estas especies, al igual que nuestras relaciones con nuestros padres y nuestros abuelos", explicó. "La relación genética existe, no podemos verla, pero está representada en toda esta diversidad. Entonces, a medida que perdemos la especie, estamos perdiendo una parte de todo nuestro patrimonio evolutivo en todo el planeta, y también grandes partes de diversidad ", dijo.
Los pangolines están bajo amenaza.
La investigación mostró que una de las mayores amenazas para las especies amenazadas era comer carne, dijo Gumbs.
"Sabemos por todos los datos que tenemos sobre las especies amenazadas, que las mayores amenazas son la expansión de la agricultura y la demanda mundial de carne. Las tierras de pastoreo y la tala de bosques tropicales para la producción de soja, para mí, son los principales impulsores, y el consumo directo de animales ".
"No es demasiado tarde, podemos identificar estas áreas y aún así, donde estas especies se aferran, esperamos poder influir en las acciones de conservación para protegerlas y restaurar estas áreas", dijo.

El estudio también advirtió que se necesita más investigación, especialmente en lagartos y serpientes, para comprender completamente el riesgo de extinción planteado.
Durante años, los científicos han advertido que estamos en medio de una extinción masiva, la primera en la historia del planeta causada por humanos.
En enero, una agencia de las Naciones Unidas advirtió que solo tenemos 10 años para salvar la biodiversidad de la Tierra y nuestra vida silvestre restante, o enfrentar graves consecuencias para la supervivencia humana.
Más de un millón de especies ya se enfrentan a la extinción , y las tres cuartas partes de la tierra de la Tierra se han alterado significativamente debido a la disminución de los hábitats, la explotación de los recursos naturales, el cambio climático y la contaminación.