lunes, 20 de abril de 2015

Tarragona prohibirá la venta de animales en la calle

El Ayuntamiento, en sintonía con entidades animalistas, impulsa una nueva ordenanza que acabará con los puestos existentes en los mercados de la Rambla Nova y Bonavista | Los vendedores se quejan por poca información y defienden que los animales se exponen en "perfectas condiciones"
Tarragona prohibirá la venta de animales en la calle
  • Los vendedores afirman que los animales que tienen expuestos están en perfectas condiciones de salubridad.
    Tarragona prohibirá la venta de animales en la calle
    Siguiendo esencialmente la estela de Barcelona, en Tarragona también se dejará de vender animales en la calle. El Ayuntamiento impulsará una ordenanza más restrictiva, consensuada con el resto de partidos políticos y entidades animalistas que trabajan en la ciudad, que celebran la noticia. Después de meses de trabajo, los técnicos municipales han elaborado un proyecto de normativa que, entre otros supuestos, incluye la prohibición de vender animales vivos en la vía pública. Será "mucho más ambiciosa" que la actual, del 2005, que prohíbe la venta de animales de compañía, es decir, perros, gatos y hurones, y que hace años que se respeta por parte de las cuatro paradas que hay en la ciudad, una en el mercadillo de la Rambla Nova y tres en el de Bonavista. A partir de ahora, pájaros, gallos, gallinas, pollitos o conejos, entre otros, tampoco se podrán comercializar en estos sitios. Los vendedores se quejan de falta de información, a la vez que defienden que tienen todos los permisos en regla y que se garantizan las condiciones de salubridad y seguridad de los animales.
    El tema está en la agenda política y "es una prioridad" para el actual equipo de gobierno municipal, liderado por Josep Fèlix Ballesteros (PSC), que cuenta con el apoyo de los principales partidos políticos de la ciudad. Hace años que colectivos como la asociación animalista Libera! denuncian la vulneración sistemática de la ley catalana de protección de los animales y por eso, en 2011, decidieron impulsar la campaña Mercats Ètics, tras el éxito en la Rambla de Barcelona, que en 2013 vio como se ponía fin a la venda de animales con el cierre de la última parada de ocellaires. La iniciativa llegó a Tarragona, pero entonces no se logró la reconversión de los mercados de la Rambla Nova y de Bonavista, algo que sí pasó en casos como Lleida, Terrassa, L'Hospitalet de Llobregat, Mollet del Vallès o Canovelles, un total de 16, que han dejado de vender animales vivos.
    Recogida de firmasDesde hace un par de meses, la plataforma Change.org canaliza una campaña de recogida de firmas para detener la venta de animales vivos en los mercadillos ambulantes de Tarragona. Blanca García, autora de la denuncia virtual, expone que las condiciones de las paradas "son nefastas". "Las jaulas donde se encuentran los conejos, ratones, hurones, cobayas, pájaros y diferentes tipos de animales están sucias y apelotonadas, incluso a veces unas encima de otras", sostiene el texto, que ya ha recibido más de 22.000 apoyos en línea y que espera llegar a los 25.000 para hacerlos llegar al consistorio, que quiere legislar en la misma línea. 
    Barcelona, el ejemplo a seguir"Será una ordenanza ambiciosa y es una absoluta prioridad, queremos seguir el ejemplo de Barcelona", manifiesta el concejal responsable de Salut Pública del Ayuntamiento de Tarragona, Javier Vilamayor. Explica que el objetivo es "sacar cualquier tipo de animal de la calle, que se dejen de vender para que no haya ningún tipo de confusión a la hora de determinar qué es un animal de compañía y qué no lo es". En los últimos ocho meses se ha trabajado de manera conjunta con miembros de Libera! y de la sección de Derecho Animal del Ilustre Colegio de Abogados de Tarragona (ICAT) en el marco de una comisión que ha contado con la participación de representantes de todos los grupos municipales. Así, hay un amplio consenso y la voluntad es aprobar la nueva normativa "tan pronto como sea posible, pero definiendo un régimen de transición como pasó en Barcelona". Se hablará con los vendedores con el objetivo de facilitar la reconversión del negocio o pactar compensaciones, depende de cada situación.
    "Lo que tenemos ahora es una normativa muy general y queremos que sea específica, que regule más cuestiones relacionadas con la tenencia de animales", añade Villamayor. Y es que el proyecto que se tiene entre manos incluye hasta 90 artículos y no se ciñe exclusivamente a la prohibición de vender en los mercadillos. Existe, incluso, un pacto entre PSC, CiU, ERC, ICV-EUiA, Ciutadans y Reagrupament para llevar a cabo diferentes medidas, como la convocatoria de un concurso público para la correcta gestión de la actual protectora de animales, delimitar un espacio en alguna playa de la ciudad –la Llarga, seguramente– donde se permita el acceso a los perros durante todo el año, la creación de un registro municipal de maltratadores de animales, regular la figura del paseador de perros o el control de las colonias de gatos urbanos, labor que lleva a cabo la Asociación de protección Animal GAIA Tarragona y que está logrando muy buenos resultados en zonas como la Part Alta.
    Victoria de los defensores de los animalesLas entidades animalistas lo interpretan como un triunfo. "Llevamos muchos años batallando en esta línea y, por fin, Tarragona se sumará a la lista de municipios que han apostado por reconvertir sus mercados", destaca Anna Carbonell, coordinadora de Libera! en las comarcas de Tarragona. "Después del éxito obtenido en Barcelona, vimos que era viable extrapolar la campaña y, entre muchos otros, denunciamos los mercados de la Rambla Nova y de Bonavista", explica. "En los puestos de animales no se respetaban las condiciones básicas, las jaulas eran pequeñas, muchas estaban sucias y algunos ejemplares, amontonados. Una vez, incluso, nos encontramos algunos animales medio muertos en la Rambla", añade.
    Según Carbonell, "nuestro objetivo es acabar con el maltrato" y recuerda que, en muchos casos, los vendedores que se han acogido a las alternativas de reconversión de la actividad "ahora tienen mejores condiciones laborales". Desde Libera! esperan que lo de Tarragona se tome como referente en la zona y provoque un efecto dominó, especialmente en la ciudad vecina de Reus, donde en breve se iniciarán los contactos con el Ayuntamiento.
    Los vendedores se defienden y niegan maltrato"Hace 47 años que vendo en el mercado de Tarragona y nunca ha habido ningún problema, tenemos todos los permisos en regla y somos los primeros interesados en que los animales estén en perfectas condiciones", manifiesta Joan Roig, responsable del negocio que funciona en el mercadillo de la Rambla Nova de los martes y jueves y en el de Bonavista los domingos, donde hay dos puestos más como el suyo. Tanto él como su hijo, que tomará las riendas cuando su padre se jubile, se quejan de la falta de información. "Nos enteramos de todo esto por la prensa, nadie nos ha venido a decir nada, ni tan siquiera se han interesado en comprobar en primera persona cómo tratamos a los animales, puede que cambiaran de opinión", dice indignado.
    Bien visibles están las jaulas de pájaros, gallos, gallinas y conejos, además de peces y pollitos, que son una atracción para los más pequeños. "Si perdemos esto, los niños de la ciudad sólo verán animales por la televisión", que recuerda que hace muchos años que dejaron de vender animales de compañía –perros, gatos y hurones– para cumplir la ordenanza. Además, y para defenderse de las críticas, deja claro que "sólo están en jaulas o cajas de menores dimensiones durante unas horas, una vez que acaba la jornada todos son devueltos a la granja, donde tienen mucho espacio".  
    "Tenemos un registro de todos los animales, disponemos de los permisos para operar en el mercado y los correspondientes de la Generalitat, además de pasar sin problema alguno las inspecciones de Seprona, Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana", sentencia Roig. Se muestran tranquilos y creen que uno de los problemas es la mala interpretación que se hace de la ley de protección de los animales. "Nosotros no nos dedicamos a la venta ambulante", insiste. "La venta ambulante es plantarte con tu mercancía en cualquier lugar, como el top manta, y nosotros tenemos permisos y pagamos para tener una plaza en el mercado", según Roig. Afirma que recibirá a los representantes del Ayuntamiento pero ve muy difícil que el negocio pueda reconvertirse. "Me queda poco para jubilarme, esto me dejará sin trabajo, y las inversiones que hice en su día son muy importantes", afirma.
    La reconversión de los ocellaires de la Rambla de Barcelona, sin embargo, todavía trae cola. Los nuevos quioscos, que sustituyeron las vetustas pero populares paradas de animales, tuvieron que adoptar un modelo de caseta dictado por el consistorio. La mayoría reorientó el negocio hacia el turismo, el rey de la masificada arteria, con la venta de helados, recuerdos y galletas. Tras el relevo en la Alcaldía, el nuevo gobierno municipal considera que las grandes dimensiones de las paradas son hoy un estorbo para los peatones y acentúan la turistización de Ciutat Vella, por lo que ha decidido eliminarlas por completo en el marco de de un Plan Especial de Ordenación de la Rambla. La decisión indignó a los tenderos, que tras un largo proceso judicial iniciaron una negociación con el consistorio que tiene todos los visos de acabar en un pacto con indemnización.

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