sábado, 7 de mayo de 2016

¿Por qué los dueños de gatos tienen mayor salud que las demás personas?


"Podría extrañar esta pregunta, pero existen pruebas evidentes que lo demuestran: poseer un gato es bueno para nuestra salud. 

Existen dos razones para corroborar esta afirmación. En primer lugar, es sabido que el amistoso contacto físico con los gatos reduce de manera muy notoria el estrés en las personas que les acompañan. La relación entre hombre y gato es conmovedora en el sentido de reciprocidad de la palabra. El gato se frota contra el cuerpo de su amo, y el dueño acaricia y alisa el pelaje del gato. Si a estos dueños se les somete en el laboratorio a pruebas para comprobar sus respuestas fisiológicas, se descubre que sus sistemas corporales se relajan y se calman de una forma apreciable al efectuar el acto de acariciar a los gatos. Su tensión se apacigua y sus cuerpos se relajan. Esta forma de terapia felina no es fruto de la imaginación de algún académico con exceso de entusiasmo. Se ha demostrado en la práctica en un número de casos agudos, que mejoraron algunos pacientes mentales de una forma asombrosa, tras permitírseles la compañía de gatos domésticos.

Más de una vez nos relajamos por la simple y honesta relación con el gato. Ésta es la segunda razón que prueba el benéfico impacto del felino sobre el ser humano. No se trata sólo del toque, por importante que éste pueda ser. Es también asunto de relación psicológica, de una clase que carece de las complejidades, traiciones y contradicciones de las acciones humanas. Todos quedamos marcados por ciertas relaciones humanas de vez en cuando, algunos de manera más aguda, otros de forma más somera. A los que les hayan quedado graves cicatrices mentales puede resultarles difícil creer de nuevo en alguien. Para ellos, un nexo con un gato puede proporcionar recompensas tan grandes que hasta les devolverá la fe en las relaciones humanas, destruirá su cinismo y su suspicacia, y curará a la vez sus cicatrices ocultas. En Estados Unidos, un estudio reciente ha revelado que, para aquellos cuyo estrés les había conducido a trastornos cardíacos, el poseer un gato pudo marcar, literalmente, la diferencia entre la vida y la muerte, reduciendo la presión sanguínea y sosegando un corazón muy sobrecargado"

Fuente: "Observe a su gato" Desmon Morris

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