Perros y gatos, al igual que los humanos, pueden llegar a tener esta dolencia debido a diversas causas. Pautas y tips para estar atentos y cuidar la salud bucal de nuestras mascotas.
- La mayoría de las personas tiene el hábito de lavarse los dientes a la mañana y a la noche. Sin embargo, ¿cuántas veces se limpian los dientes de las mascotas? Muchos dueños subestiman la importancia de que los dientes de perros y gatos estén limpios. Sin embargo dejarse estar en estas cuestiones, puede causar graves enfermedades en nuestros queridos animalitos.
Las primeras señales de alarma en el perro
Si el animal mastica sólo de un lado, tiene mucha saliva y mal aliento, hay que sospechar de un problema dental. Si el dueño no se ocupa de limpiar cada tanto la dentadura del perro pueden aparecer inflamaciones y sarro, y la mascota en cuestión puede llegar a perder dientes.
Esto suele ser causado por restos de comida que quedan atrapados entre los mismos, lo que genera bacterias que pueden irse a la sangre y provocar enfermedades del corazón o del sistema nervioso central.
Si, al comer, al perro se le cae comida del hocico o come menos de lo habitual, puede estar sintiendo dolor en los dientes. Si además está muy flaco y el pelaje opaco, hay que ir de inmediato al veterinario.
Para que las cosas no lleguen tan lejos, los dueños deberían limpiar los dientes de los perros cada dos días con un cepillo de dientes blando. Lo mejor es hacer movimientos circulares. De acuerdo con los veterinarios, este hábito fomenta además una buena relación entre el dueño y el perro.
También es importante la alimentación: se recomienda darles alimento balanceado, que forma menos sarro. Un hueso para masticar también ayuda a que no se junten restos de comida entre los dientes.
Si se acostumbra al perro al lavado de dientes desde cachorro, no tendrá problemas a la hora de hacerlo. Con algo de paciencia y entrenamiento, también es posible hacerlo con animales más adultos. Los veterinarios no recomiendan el uso de dentífrico para perros, sino un producto especial que se consigue en algunas tiendas
Los gatos también
En general, suelen presentar sarro y encías lastimadas. Con los años, en algunos casos se les aflojan los dientes y los pierden o hay que extraérselos. Sin embargo, no es tan fácil reconocer si a un gato le duelen los dientes. A diferencia de otros animales, siguen comiendo incluso aunque les duelan los dientes.
Por ello si observa que el animal deja el alimento balanceado de lado y sólo come el alimento más húmedo, hay que estar alerta. Muchas veces los gatos también hacen ruido con los dientes o se pasan varias veces la pata por el hocico si sienten dolor.
Es posible lavar los dientes de un gato, pero hay que acostumbrarlos de a poco. Lo mejor es intentar jugando. Si el gato lo permite, lo ideal es lavarle los dientes todos los días.
En algunas tiendas se venden bocaditos para los felinos que ayudan a la limpieza dental, aunque los veterinarios recomiendan no exagerar con ellos para que el animal no engorde. Lo mejor es llevar al gato una vez al año al veterinario, quien entre otras cosas le revisará los dientes.
Si el animal mastica sólo de un lado, tiene mucha saliva y mal aliento, hay que sospechar de un problema dental. Si el dueño no se ocupa de limpiar cada tanto la dentadura del perro pueden aparecer inflamaciones y sarro, y la mascota en cuestión puede llegar a perder dientes.
Esto suele ser causado por restos de comida que quedan atrapados entre los mismos, lo que genera bacterias que pueden irse a la sangre y provocar enfermedades del corazón o del sistema nervioso central.
Si, al comer, al perro se le cae comida del hocico o come menos de lo habitual, puede estar sintiendo dolor en los dientes. Si además está muy flaco y el pelaje opaco, hay que ir de inmediato al veterinario.
Para que las cosas no lleguen tan lejos, los dueños deberían limpiar los dientes de los perros cada dos días con un cepillo de dientes blando. Lo mejor es hacer movimientos circulares. De acuerdo con los veterinarios, este hábito fomenta además una buena relación entre el dueño y el perro.
También es importante la alimentación: se recomienda darles alimento balanceado, que forma menos sarro. Un hueso para masticar también ayuda a que no se junten restos de comida entre los dientes.
Si se acostumbra al perro al lavado de dientes desde cachorro, no tendrá problemas a la hora de hacerlo. Con algo de paciencia y entrenamiento, también es posible hacerlo con animales más adultos. Los veterinarios no recomiendan el uso de dentífrico para perros, sino un producto especial que se consigue en algunas tiendas
Los gatos también
En general, suelen presentar sarro y encías lastimadas. Con los años, en algunos casos se les aflojan los dientes y los pierden o hay que extraérselos. Sin embargo, no es tan fácil reconocer si a un gato le duelen los dientes. A diferencia de otros animales, siguen comiendo incluso aunque les duelan los dientes.
Por ello si observa que el animal deja el alimento balanceado de lado y sólo come el alimento más húmedo, hay que estar alerta. Muchas veces los gatos también hacen ruido con los dientes o se pasan varias veces la pata por el hocico si sienten dolor.
Es posible lavar los dientes de un gato, pero hay que acostumbrarlos de a poco. Lo mejor es intentar jugando. Si el gato lo permite, lo ideal es lavarle los dientes todos los días.
En algunas tiendas se venden bocaditos para los felinos que ayudan a la limpieza dental, aunque los veterinarios recomiendan no exagerar con ellos para que el animal no engorde. Lo mejor es llevar al gato una vez al año al veterinario, quien entre otras cosas le revisará los dientes.
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