La Leishmaniosis en perros

El Flebotomo es el mosquito que transmite la Leishmaniosis. Fuente: Avanzimorivet.it

Hoy toca el turno de hablar sobre La Leishmaniosis en perros, otra enfermedad que aparece con el calor y que puede resultar fatal para nuestros perros1, porque no solo la Oruga Procesionaria del Pino es un riesgo para nuestras mascotas.

La Leishmaniosis es una enfermedad parasitaria grave causada por un parásito (protozoo microscópico) denominado Leishmania, transmitido por la picadura de un mosquito llamado Flebotomo.

Estos mosquitos abundan en áreas rurales así como en jardines y parques en las ciudades. La temporada comienza en mayo y puede extenderse hasta septiembre u octubre, dependiendo de la duración del verano. El ciclo de actividad de los mosquitos comienza al atardecer y continúa hasta el amanecer. Los mosquitos del área mediterránea prefieren las noches cálidas (no menos de 16°C).

¿Dónde se encuentra la Leishmaniosis en España?

En España las regiones más afectadas son las de Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Levante, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León.

Mapa de zonas endémicas en España, con porcentaje de casos de Leishmaniosis. Fuente: perrosysusrazas.com

¿Cómo saber si mi perro tiene la enfermedad?

Si sueles llevar a tu perro al parque durante las tardes (al volver del trabajo, por ejemplo), trata de no perderlo de vista. Aunque el período de incubación del parásito puede variar entre 3 y 18 meses, te recomendamos estar muy atento si tu perro presenta alguno de los siguientes síntomas:

• Pérdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y la nariz.
• Pérdida de peso aunque no haya perdido el apetito.
• Heridas en la piel, especialmente en la cabeza y en las patas, en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbarse o sentarse.
• Insuficiencia renal.

Si tu perro presenta algún síntoma de posible Leishmaniosis, llévalo al veterinario inmediatamente. Fuente: animals.onehowto.com

La prevención es la clave

Lamentablemente la Leishmaniosis no tiene cura, así que la prevención es la clave para evitar el contagio. Si tu perro resulta portador de la enfermedad pero ésta es diagnosticada a tiempo, tu mascota deberá recibir tratamiento durante toda su vida.

Nuestra recomendación es hacer uso de los productos disponibles en el mercado, en forma de pipetas y collares, cuyo efecto repelente protege al animal de una posible picadura del mosquito.