Una de las cosas más bonitas de tener un cachorro es observar cómo va descubriendo los más pequeños detalles de la vida, y cómo reaccionan con sorpresa ante cosas que nosotros damos por sentadas al formar parte de la vida cotidiana.
En este caso, el pequeño Buck, un cachorro de pocos meses de edad, experimenta por primera vez la incómoda sensación de tener hipo, y su reacción es tan adorable como cabe esperar de un cachorro como él. La sorpresa deja paso al enfado y parece querer decir: “¿Qué es esto que hay dentro de mí? Lo asustaré con mis feroces ladridos”. Al igual que sus humanos, nosotros no podemos evitar soltar una carcajada ante tan entrañable situación.
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