
La historia de este emplumado delator ha ocurrido en Kuwait, donde una mujer ha descubierto los desmanes de su marido con la empleada de hogar gracias a que su loro lo ha cantado todo.
El romance clandestino se descubrió cuando el ave comenzó a repetir como si no hubiera un mañana las frases amorosas que el esposo le dedicaba a la asistenta en sus escarceos. Al escuchar tan esclarecedora confidencia, la mujer protegió al pájaro como oro en paño y fue inmediatamente a una comisaría de policía.

Así pudo terminar su propietario.
Pero el magistrado encargado de revisar la denuncia indicó que no se podía comprobar si el ave oyó la conversación amorosa en la televisión o en la radio, así que no podía ser considerado como un testimonio creíble. ¡¡¡Vaya chasco!!! Me hubiera encantado poder ver el juramento y la declaración del testigo con pico en el juzgado.
Y aunque parezca mentira, no es la primera vez que un pájaro con ganas de conversación ha delatado un adulterio. En 2006, otro camarada en el noble arte del soplo reveló que su propietaria era infiel a su pareja. El inocente pajarillo no paraba de repetir: “Te quiero Gary“, y en su casa no había nadie que respondiera a ese nombre. ¡¡¡Pillín!!!
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