Los perros de un refugio suelen llevar
vidas algo deprimentes mientras esperan que su nuevo dueño venga y les
encuentre, así que en la Sociedad Humana Kitsap en Washington sacan a
sus perros a tomar “un café” para que se sientan mejor.
La
voluntaria del refugio Molly Clark se lleva a uno de los perros a un
Starbucks a tomar un “puppuccino” (un vaso pequeño de crema de leche
montada) cada martes. No solo les encanta este dulce a los perros,
también cambian de ambiente un rato y disfrutan del paseo en coche. “Les
encanta, y Molly solo elige a perros que no vayan a sufrir estrés por
esta experiencia” dijo Rebekah Johnson, personal del refugio, a Bored
Panda. “Sin embargo, Molly trae más puppuccinos al refugio para los
perros que no pueden abandonarlo. Todo el personal y los voluntarios se
aseguran de que cada animal recibe atención y cuidados individuales.” El
Starbucks al que van también publica carteles con el perro de la semana
para ayudar a encontrarle un hogar.
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