jueves, 9 de julio de 2015

Ola de calor, cuidado también con nuestros animales


No apetece comer, ni escribir, ni casi pensar. En gran parte de España estamos teniendo una ola de calor aplastante que también afecta a nuestros animales.
Troya, mi saludable abuelita de 16 años, se dedica a dormitar, tiene menos apetito y pocas ganas de pasear por la calle. Tampoco Flash y Maya, mis gatos que también pasan de los trece años, están por la labor de hacer nada más que descansar.
 
En estos días proliferan en los medios los consejos para que los humanos nos cuidemos del calor, la mayoría son de sentido común y extrapolables a nuestros perros y gatos, teniendo en cuenta que regulan peor su temperatura corporal que nosotros.
 
Igual que nosotros, necesitan mucha agua fresca a su alcance, no es recomendable salir a pasear a las horas de más calor. Si es un animal que sigue necesitando hacer bastante ejercicio pese al calor, es buena idea buscar actividades acuáticas (ríos o embalses que permitan perros, piscinas desmontables…) y las horas y lugares más frescos.
 
Hay que cuidar sobre todo a los cachorros, a los animales mayores y a aquellas razas de morro achatado como bulldogs o gatos persas que son más sensibles al calor. Nunca jamás se los debe dejar en el interior de un vehículo (aunque no esté aparcado al sol puede alcanzar una temperatura mortal para ellos en pocos minutos), tampoco atados a la intemperie.

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