Sería llamada Maroesia por sus rescatistas, pero cuando fue
atropellada y dejada por muerta, no tenía idea de lo que deparaba el
futuro.
Fotos: Donkey Sanctuary Bonaire
Era febrero 2015, cuando fue
encontrada por el borde de la carretera, con heridas múltiples, un
hombro roto y dos patas delanteras rotas terriblemente. Ella tenía sólo 2
semanas de edad.
"Ella fue atropellada por un coche, y la dieron por muerta, la dejaron sangrando en la calle", dijo Marina Melis, fundador de Donkey Sanctuary Bonaire, a The Dodo.
Melis, que rescata a burros desde hace 23 años en la isla
caribeña holandesa de Bonaire, llamó a la burrita Maroesia, como su
propia madre, y la acogió en el santuario que ella administra.
Poco a poco se recuperó Maroesia. Recibió dos férulas para
ayudarla a caminar con sus nuevos amigos, otros burros rescatados en el
santuario.
Melis estaba determinada a ayudar a la burrita abandonada para morir, no sólo a sobrevivir, sino para vivir una vida feliz.
Finalmente, ella tiene la vida que siempre mereció.
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