Quienes compartimos nuestras vidas con animales no humanos y
sabemos del amor y apoyo que nos dan, muchas veces hemos intuido que
"están a punto de hablar", incluso estamos seguros que nos han "dicho"
algo. Y en realidad lo hacen, de un modo distinto a nuestra comunicación
verbal transmiten emociones, ideas, cosas que quieren o necesitan que
sepamos. Sin embargo, entrenados en la falsa idea de que esto es
imposible, tendemos a ignorarlos. La comunicación telepática permite
abrir este vínculo de nuevo.
Todos los animales -domésticos o silvestres- pueden
comunicarse telepáticamente con nosotros y entre ellos. Caballos, peces,
perros, gatos, mosquitos, gallinas, ballenas, cocodrilos, serpientes,
arañas, pulgas, pájaros, delfines, vacas, lombrices, anémonas,
lagartijas, patos, escorpiones, zebras, o cerdos...etc. Todos ellos (y
nosotros incluidos) poseemos la capacidad innata de comunicarnos
telepáticamente.
Telepatía significa "percibir a distancia". Es una
transferencia de sensaciones físicas, emociones, sonidos, formas,
imágenes mentales o una sensación de "simplemente saberlo" que emite el
animal con el que me comunico. Ésta comunicación no está mediada por un
lenguaje simbólico (en palabras) y por ello permite un conocimiento de
primera mano, sin dobles interpretaciones, vaguedad o mentira.
Yo lo llamaría el lenguaje del Ser, pues en mi experiencia lo que vivo es el Ser del otro: un conjunto multidimensional de información que llega de manera instantánea. A partir de ese conocimiento traduzco/interpreto para los humanos interesados un mensaje lineal, verbal, al que estamos más acostumbrados.
Yo lo llamaría el lenguaje del Ser, pues en mi experiencia lo que vivo es el Ser del otro: un conjunto multidimensional de información que llega de manera instantánea. A partir de ese conocimiento traduzco/interpreto para los humanos interesados un mensaje lineal, verbal, al que estamos más acostumbrados.
Los resultados de la comunicación telepática con animales
son tan variados como lo que produce entre los humanos una buena charla
con un amigo, alguien que realmente nos escucha y que nos apoya con su
presencia, y es sin duda una puerta ancha a la aventura de vivir con una
conciencia despierta.
La comunicación telepática con animales desde la antigüedad
Las culturas antiguas están llenas de historias de chamanes
que son capaces de acceder a las mentes de los animales para
comunicarse con ellos. Podrían usar los ojos de un águila para poder ver
a lo largo y ancho o tal vez podrían acceder a las mentes de criaturas
centenarias para conocer eventos del pasado. Esto es posible debido a
que los pueblos indígenas de todo el mundo se consideran a sí mismos
como parte de “una red viviente”. Esta red incluye vías energéticas
sutiles que permiten los intercambios de energías intuitivas y
psíquicas. Además, estas energías están compuestas por nuestro campo
áurico y vías energéticas sutiles conocidos como meridianos, así como
las líneas Ley de la Tierra, una parte de todos nosotros y de la que
formamos parte.
Por lo tanto los chamanes y otros curanderos de los pueblos
nativos trabajaban con guías espirituales animales. Los cazadores
pedían a los espíritus de los animales permiso para ser cazados y así
alimentar a la tribu. Hombres y mujeres jóvenes que entraban en la edad
adulta recibían una comunicación o una lección de un animal. Entonces,
la comunicación telepática con los animales es tan natural como
respirar.
Pero los más escépticos siempre han sugerido que los
llamados “hombres mágicos” se encontraban bajo la influencia de
sustancias psicodélicas por lo que la información es poco fiable. Sin
embargo, es poco científico excluir cualquier posibilidad sin hacer una
investigación sobre la comunicación animal.
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