
Compartimos con los animales el “reloj biológico”, algo que a nivel interno nos dice qué hora esactivando y desactivando en nuestro organismo los sistemas necesarios en determinados momentos. Por ejemplo, nuestro sistema digestivo se prepara cuando es la hora de comer o nuestro ritmo cardíaco se relaja en la noche para dormir.
Para los animales, los distintos momentos y rutinas del día, al igual que la luminosidad son indicadores. Cualquier cambio en nuestros hábitos afecta la de los animales de compañía.
José Luis Vázquez, educador canino de Anubis y Bastet, menciona que ‘’el cambio de hora es un cambio en nuestra rutina, ya que aunque sigamos haciendo lo mismo, al haber cambiado de hora para ellos es como si lo hiciéramos en otro momento del día, ya sea antes o después. Por lo tanto, puede que tu perro te mire con cara de “dónde vas con la correa que falta una hora de cama”, o que tu gato te esté esperando delante del comedero desde hace más de una hora cuando vayas a ponerle la comida’’.

Los animales que no tengan una rutina establecida notarán menos el cambio, si tu mascota la tiene, puedes ayudarla haciendo que el cambio sea progresivo, por ejemplo ir corriendo de a poco sus comidas, salidas y las distintas actividades que realicen en el día.

Las mascotas necesitan una rutina más o menos estable para las comidas, las salidas, los tiempos que se quedan solos, etc. ‘’Esto hace que se sientan más seguras, ya que saben lo que viene a cada momento (algo importante cuando se quedan solos en casa y queremos que estén tranquilos. Al ayudarles con la rutina de comida también favorecemos sus descansos o que en sus salidas a pasear hagan sus necesidades’’, finaliza el especialista.
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