Sasa Pejčić es un hombre serbio con una sensibilidad muy especial para los perros.
Cansado de ver las ciudades y pueblos de su país llenas de canes
vagando por las calles, llenos de enfermedades, desnutridos, pasando
frío y arriesgando sus vidas cada día, decidió hacer todo lo que pudo
para darles un refugio y acabó construyendo más que eso: acabó haciendo
un santuario perruno.
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En la actualidad, este lugar acoge 450 perros, una gran manada que
se pasa sus días jugando, comiendo y descansando. Para muchos este es el
primer trato bondadoso que reciben de los humanos. Todos están ya
castrados y bajo atención veterinaria, comen sus raciones diarias de
pienso, duermen en camas confortables y tienen cobijo para el sol, el
frío y la lluvia. Porque, como dice la fundadora de The Harmony Fund,
aquí solo se espera de los perros que sean perros.
El día a día de estos suertudos canes se refleja en este vídeo: básicamente, se lo pasan bomba en su gran manada, y Sasa, con ellos.
Algunos son adoptados en cualquier parte del mundo y otros viven toda
su vida en este santuario. Cabe decir que la de Sasa ha sido una
decisión muy valiente, pues no recibe ninguna ayuda local, y el refugio
se construyó en 2008.
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Después de una búsqueda desesperada de ayuda en una mala época,
la gestión del centro comenzó a ser apoyada por la gran entidad
americana Harmony Fund, que actúa fuera de los Estados Unidos, lo que
supuso un gran alivio para este serbio que lleva luchando por la
dignidad de los perros muchos años.
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