La amistad puede surgir en los momentos más inesperados
y con quien menos esperas. Cuando nos enfrentamos a momentos difíciles
en nuestra vida, contar con alguien que entiende nuestra situación se
convierte en algo imprescindible para salir adelante y esto no es algo que solo les pase a los humanos.
Hoy os vamos a contar una bonita historia de amistad entre dos animales muy especiales que pasaron por situaciones que no deberían haber vivido, pero que tuvieron la suerte de cruzarse con alguien en su camino capaz de cambiar sus vidas para siempre.
Te presentamos a la gallina sedosa Penny y al chihuahua Roo.
Ambos han pasado por mucho en sus cortas vidas, pero tuvieron la suerte de que alguien maravilloso apareciese en sus vidas: la recepcionista Alicia Williams.
Esta joven trabajaba en el Hospital de Animales de Duluth y salvó a ambos de una muerte segura.
Roo había sido abandonado en la calle porque había nacido sin las patas delanteras y al parecer no era lo que sus humanos esperaban de él.
Por su parte, Penny estaba destinada a formar parte de una investigación llevada a cabo por unos laboratorios, pero fue rescatada antes de que empezasen a hacer experimentos con ella.
Alicia los adoptó sin pensárselo dos veces, aún sabiendo que el camino que les quedaba por recorrer sería difícil.
Enseguida se puso manos a la obra con la rehabilitación de Roo, realizando ejercicios para fortalecer su musculatura y encargando la fabricación de una prótesis que le facilitase el desplazamiento.
Cuando Penny y Roo se conocieron, fue amor a primera vista. Además de encontrar un lugar seguro donde vivir, encontraron en el otro al mejor compañero de vida y de juegos, y nos regalan a todos imágenes tan bonitas como estas.
Hoy os vamos a contar una bonita historia de amistad entre dos animales muy especiales que pasaron por situaciones que no deberían haber vivido, pero que tuvieron la suerte de cruzarse con alguien en su camino capaz de cambiar sus vidas para siempre.
Te presentamos a la gallina sedosa Penny y al chihuahua Roo.
Ambos han pasado por mucho en sus cortas vidas, pero tuvieron la suerte de que alguien maravilloso apareciese en sus vidas: la recepcionista Alicia Williams.
Esta joven trabajaba en el Hospital de Animales de Duluth y salvó a ambos de una muerte segura.
Roo había sido abandonado en la calle porque había nacido sin las patas delanteras y al parecer no era lo que sus humanos esperaban de él.
Por su parte, Penny estaba destinada a formar parte de una investigación llevada a cabo por unos laboratorios, pero fue rescatada antes de que empezasen a hacer experimentos con ella.
Alicia los adoptó sin pensárselo dos veces, aún sabiendo que el camino que les quedaba por recorrer sería difícil.
Enseguida se puso manos a la obra con la rehabilitación de Roo, realizando ejercicios para fortalecer su musculatura y encargando la fabricación de una prótesis que le facilitase el desplazamiento.
Cuando Penny y Roo se conocieron, fue amor a primera vista. Además de encontrar un lugar seguro donde vivir, encontraron en el otro al mejor compañero de vida y de juegos, y nos regalan a todos imágenes tan bonitas como estas.