Guerreirinho (Cuyo nombre significa “pequeño guerrero”) fue herido previamente este mes luego de ser atropellado por un automóvil en una carretera cercana a la ciudad brasilera de Fortaleza.
En lugar de parar para ayudar al pequeño burro, o llamar para que alguien fuera por ayuda, la persona decidió seguir conduciendo, dejándolo morir solo allí.
Afortunadamente, no todos son tan desamorados. Prontamente, otra gente pasando por allí vieron la situación terrible de Guerreirinho.
Cuando supieron que los oficiales querían aplicar la eutanasia al animal bebé, lo transportaron al hogar de Rodrigues, un santuario para animales en necesidad.
Una vez que lo sacaron de peligro de las calles, los rescatistas del burro buscaron ayuda de un veterinario local para determinar el alcance de sus heridas.
Tristemente, el atropello lo dejó con tres fracturas en sus piernas, lo que significó que Guerreirinho debería permanecer recostado hasta que Rodrigues y Gurgel encontraran el dinero para la cirugía correctiva.
Pero como aprendió el burro bebé, tendría compañía en su camino a la recuperación.
El burro inmovilizado prontamente atrajo la atención de otro animal al cuidado de Rodrigues —un pequeño cachorro callejero que ella encontró.
Quizás por primera vez en su vida, Guerreirinho encontró un amigo, una dulce compañía para consolarlo durante el largo trayecto que tiene por delante.
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