Los trabajadores del hospital se preocuparon por Wathern cuando perdió todo interés en comer y su estado emocional fue disminuyendo de forma drástica. Los trabajadores le preguntaron al paciente si había algo que pudieran hacer por él, y como último deseo el anciano pidió ver a su querido perro. Lo que sucedió después nadie se lo podía imaginar.
“Cuando Bubba pasó a las manos de James, empezó a llorar y luego Bubba se acurrucó junto al hombre”, comentaron desde el refugio Knox-Whitley Animal Shelter.
La visita de la mascota levantó el espíritu del enfermo paciente, tanto que Wathern empezó de nuevo a comer y ha recuperado algo de fuerza.
“La emocionante reunión hace que te des cuenta de que los animales son son sólo simples mascotas, ellos son amados y queridos”, comentó KWAS.
El hospital Baptist está considerando revisar su política para permitir que las mascotas hagan visitas a sus familiares cuando estén en el hospital. Bubba y Wathern tienen programadas muchas visitas.
De nuevo un ejemplo de lo importante que pueden llegar a ser los animales para todos aquellos que tenemos la suerte de compartir nuestra vida con ellos.
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