Hoy en día no es poco común ver a perros
y gatos con prótesis o sillas de ruedas. Unos hasta son
famosos en Instagram. Sin embargo, los animales discapacitados con estas
ayudas médicas que solemos ver tienen una cosa en común: no son animales
salvajes.
Vittles llegó al despacho de Susan
Curtis, una rehabilitadora de animales salvajes para el estado de Arkansas, cuando
tenía apenas ocho semanas de vida. El mapache había sufrido una lesión cerebral
traumática que le impediría regresar a su hábitat natural.
Además, la lesión también
afectó al equilibro del Vittles: no podía apoyarse sola y tampoco podía
caminar.
Curtis decidió solicitar ayuda de Walkin’ Pets, una
empresa que se dedica a fabricar aparatos y ayudas médicas para animales
mayores, lesionados o discapacitados. Walkin’ Pets le proporcionó con su propia
mini silla de ruedas. El aparato se fija a los hombros de Vittles y tiene dos
pequeñas ruedas en frente y dos más grandes atrás. Gracias a este aparato y a
los cuidados de Curtis, Vittles ha conseguido caminar otra vez.
Aunque no se anticipa que el pequeño
mapache logre una recuperación completa, hay esperanza debido a la rápida
intervención y su pequeña silla de ruedas. El aparato le permitirá desarrollar
los músculos que necesita para estabilizar su cuerpo y fortalecer su core.
Seguramente la mayoría de nosotros adoramos a nuestras mascotas, sin
importar lo que sean: gatos, perros o... ¿peces? Pues sí. Aunque gatos y
perros se llevan toda la atención de internet, los dueños de peces han
decidido no ser menos. Con eso en mente, alguien pensó que la mejor
forma de llamar la atención son unas buenas publicaciones de petshaming. 1
A veces me como a mis amigos...
#2
Ataco a los peces que se acercan a mis huevos, y luego me como los huevos yo misma
#3
Me comí una docena de peces de una sentada y luego vomité un cadaver delante de invitados
#4
Me llamo Marley. Espero a que mis humanos se duerman y me pongo a escupir piedrecitas para despertarlos. Todas las noches.
#5
Aterrorizo a todos mis compañeros de acuario (incluidos 2 caracoles indefensos) así que ahora vivo solo
#6
He intentado comerme un palo... 2 veces
#7
Arranco las plantas de las macetas para divertirme. Por eso no puedo tener cosas bonitas
#8
Me enfado cuando intentan mover la sirena. Es mía. / Acaparo comida en mi nido y luego no me la como. Pero me como la planta
#9
He intentado comerme inmediatamente al caracol nuevo
#10
Me dan mucho miedo las gambas Amano... tanto, que una me robó la comida de la boca y no hice nada para impedirlo
#11
Me he comido a todos mis compañeros de acuario
#12
Soy
demasiado pequeño y tímido como para salir de mi cueva de madera... Así
que estuve haciendo caca ahí, hasta que hubo demasiada y me tuve que
mudar
#13
Salté del agua e intenté morder los dedos de mi humana mientras me daba de comer
Me hice el muerto durante media hora metiéndome debajo de una roca
#15
Nos comemos a nuestros hijos :(
#16
Maltrato a los otros peces
#17
Me
llamo Dale. Mi peor enemigo es Blenny. Cuando mamá nos echa nori,
espero a que vaya a comer algo y voy nadando y se lo quito porque soy
así de grosero
#18
Me gusta tirar por ahí los trozos de coral después de que mi humano las coloque
#19
Trataba
mal a los compañeros de acuario, tanto, que mi dueña me llevó un mes a
una tienda de animales. Cuando volví, me dediqué a volver a perseguirlos
#20
Me llamo Marilyn y esta es mi celda de castigo, porque soy mala con mis compañeras de acuario
Quizá mordamos a nuestra "mamá" pero al menos no hacemos pruebas en animales
¿Puede una hormiga parecerse a un panda? ¿O un cangrejo a un leopardo?
Hay una larga lista de animales que han evolucionado para tener el
aspecto que tienen. Kevin Omland, profesor de ciencias biológicas en la
Universidad de Maryland, condado de Baltimore, explica que para algunos
se trata de impresionar a posibles parejas o intimidar a rivales
sexuales. Para otros, tiene que ver con el camuflaje, la
termorregulación o ahuyentar a los depredadores. Un ejemplo es la
serpiente escarlata real, que no es venenosa. Su parecido a la serpiente
de coral venenosa la ayuda a mantener a raya a los depredadores.
Algunos animales son imitadores a propósito, mientras que otros
parecen haber desarrollado la misma coloración que otros miembros muy
lejanos del árbol familiar animal. Estas son algunas de las criaturas
que no se pueden resistir a llevar estampados animales.
La hormiga panda
Aunque estos insectos blancos y negros forman parte de un grupo
denominado hormigas aterciopeladas, estos «pandas» son en realidad
avispas chilenas. Con un cuerpo blanco y negro muy peludo, cabeza blanca
y anillos negros alrededor de los ojos, el parecido de las hormigas
panda al emblemático oso chino es asombroso.
Según Denis J. Brothers, de la Universidad de Kwa-Zulu Natal en
Sudáfrica, son las hembras las que más se parecen a las hormigas. Sus
impresionantes marcas pueden actuar como advertencia para los
depredadores y sus aguijones pueden propinar una intensa picadura.
Los machos, que tienen alas, se parecen mucho más al aspecto que
esperamos de las avispas y carecen de aguijones. Justin Schmidt,
entomólogo de la Universidad de Arizona y autor de Sting of the Wild,
explica que esto se debe a que los aguijones de las hembras son
ovipositores modificados —órganos para poner huevos— que los machos no
tienen.
La oruga que imita a una serpiente
Las larvas de algunos esfíngidos ahuyentan a los depredadores
haciéndose pasar por crótalos letales. Cuando se sienten amenazadas, las
orugas pueden retraer las patas y expandir los segmentos delanteros del
cuerpo para cambiar de una humilde oruga a una terrorífica sierpe.
Sin embargo, no tienen mucho tiempo para poner a prueba
esta habilidad. Solo pueden imitar a una serpiente en el proceso
de muda, que ocurre durante un breve periodo dentro de sus 30 días de
vida como orugas.
Camuflaje de una sepia, imitando a un cangrejo ermitaño
La mariposa caimán o cocoposa
La mariposa caimán, también denominada cocoposa, posee una gran
estructura hueca en la parte superior de la cabeza que se parece a unos
ojos sobre una mandíbula alargada; sus ojos reales están en la parte
trasera de esa estructura. Para un depredador como un ave, esta máscara
puede parecerse demasiado a un reptil como para probar suerte.
Además de su disfraz facial, abre las alas para enseñar unos ocelos
que hacen que parezca un animal mucho más grande. Si nada de esto
funciona, puede emitir un olor apestoso para disuadir al depredador más
insistente.
La mosca abeja
«Nadie se mete con un abejorro», afirma Katy Prudic, entomóloga de la
Universidad de Arizona. Por eso la mosca abeja ha evolucionado para
parecerse a uno. Su cuerpo peludo y a rayas, cuyos colores varían según
la especie, la ayuda a disuadir a los depredadores, como los Phymatinae o las arañas cangrejo, que podrían intentar cazar a una mosca pero se lo pensarían dos veces antes de atacar a una abeja.
Esa chaqueta de pelo de abeja también ayuda a las hembras a colarse
en los nidos de las abejas excavadoras. Una hembra lanza los huevos en
el nido desde el ovipositor que tiene en el extremo del abdomen. Según
Prudic, es como un saque en el tenis, «con una precisión que haría que
Serena Williams estuviera orgullosa». Cuando los huevos eclosionan, las
larvas intrusas de mosca abeja devoran las reservas de polen y a las
propias larvas de las abejas.
El cangrejo leopardo
El cangrejo leopardo o cangrejo caja moteado tiene manchas similares a
las del leopardo. Y, según Jay Stachowicz, ecólogo marino de la
Universidad de California, Davis, tienen el mismo objetivo: coloración
disruptiva.
Para él, es como el estampado de camuflaje de un uniforme militar,
cuya intención es dificultar que se aviste a una persona desde la
distancia cuando se mueve. Si algo de un color liso se desplaza sobre un
fondo multicolor, destaca. Pero un uniforme multicolor moviéndose sobre
un fondo multicolor se confunde mejor.
Igualmente, cuesta más que un depredador distinga al cangrejo nadador Ovalipes ocellatus, que suele permanecer enterrado parcialmente en la arena, ya que sus manchas de leopardo lo camuflan en el fondo del mar.
El escarabajo hércules
El
escarabajo hércules, uno de los animales más fuertes del planeta, tiene
un buen motivo para llevar un «sombrero» de pinzas de cangrejo: su
«pinza» evolucionó para ajustarse a su estilo de combate, según un estudio de 2014 publicado en la revista PLOS One. El escarabajo utiliza la pinza de la cabeza para agarrar y levantar a sus rivales antes de luchar por las hembras.
Un cárabo californiano del norte (Strix occidentalis caurina) sobrevuela un bosque de secuoyas en el norte de California. Esta especie en peligro crítico de extinción es autóctona de los bosques primarios nubosos de la provincia canadiense de la Columbia Británica y de varios estados de Estados Unidos, como Washington y Oregón.
Fotografía de Michael Nichols, Nat Geo Image Collection
El lobo (Canis lupus), avistado mientras se alimentaba de un bisonte ahogado en el parque nacional de Yellowstone, fue prácticamente cazado hasta la extinción en los 48 Estados Unidos continentales. Las iniciativas de reintroducción en algunas partes de los Estados Unidos occidentales en los años 90 han contribuido a la recuperación de parte de la población.
Fotografía de Ronan Donovan, Nat Geo Image Collection
Un ciervo mulo (Odocoileus hemionus) camina por un pintoresco sendero sobre el río Buffalo Fork, cerca del parque nacional de Grand Teton. Los ciervos mulos, autóctonos del oeste de Norteamérica, tienen ese nombre por el gran tamaño de sus orejas, similares a las de las mulas.
Fotografía de Charlie Hamilton James, Nat Geo Image Collection
Un oso grizzly (Ursus arctos horribilis) fotografiado en Wyoming. Los grizzly vivieron en gran parte del oeste de Norteamérica e incluso por las Grandes Llanuras.
Fotografía de Joe Riis, Nat Geo Image Collection
Un oso grizzly pillado en el acto arrancando fruta de las ramas de un manzano en el parque nacional de Yellowstone, en Wyoming. Pese a ser superdepredadores, los mamíferos consumen frutos secos, bayas y fruta como parte de su dieta.
Fotografía de Michael Nichols
Un chimpancé (Pan troglodyte) cuelga de una rama sobre el estanque de Sakoto, en Senegal. Los chimpancés son muy ágiles a la hora de desplazarse a cuatro patas, pero les gusta columpiarse de rama en rama y suelen comer y dormir sobre los árboles.
Fotografía de Frans Lanting, Nat Geo Image Collection
Los buitres moteados (Gyps rueppellii) y los buitres dorsiblancos africanos (Gyps africanus) devoran un cadáver en el parque nacional del Serengueti, en Tanzania. Estos buitres son importantes recicladores en el ecosistema subsahariano, pero se encuentran en peligro crítico de extinción por la caza furtiva, el envenenamiento y el desarrollo urbano.
Fotografía de Charlie Hamilton James, Nat Geo Image Collection
Una rata gigante de Gambia (Cricetomys emini) fotografiada en la isla Bioko, en Guinea Ecuatorial. Estos roedores poseen un olfato excepcional y son muy hábiles a la hora de detectar el TNT de las minas abandonadas.
Fotografía de Christian Ziegler
Un cerdo hormiguero (Orycteropus afer), puramente nocturno, sale de su madriguera en el valle de Luangwa, Zambia. Los rasgos físicos del cerdo hormiguero, como el hocico largo y las garras achatadas, hacen que se le de bien excavar y buscar termitas.
Fotografía de Frans Lanting, Nat Geo Image Collection
Un primer plano de un facóquero común (Phacochoerus africanus) en el valle de Luangwa, Zambia, revela los rasgos típicos de la especie: colmillos afilados, cabezas planas y melenas ralas. Los facóqueros, unos animales muy flexibles, suelen revolcarse en el barro para combatir el calor y protegerse de los insectos.
Fotografía de Frans Lanting, Nat Geo Image Collection
Un elefante africano de bosque (Loxodonta africana), el mayor animal terrestre del planeta, se baña en el parque nacional de Loango, en Gabón. Los elefantes adoran estar en el agua para aliviar el calor y utilizan las trompas para rociar agua y capas de tierra para protegerse el cuerpo.
Fotografía de Michael Nichols, Nat Geo Image Collection
Una de las especies más raras de canguro arborícola, el canguro arborícola de Goodfellow (Dendrolagus goodfellowi), fotografiada en un árbol en las montañas Foja, Nueva Guinea. La pérdida de hábitat ha colocado a la especie al borde de la extinción.
Fotografía de Tim Laman, Nat Geo Image Collection
Una cámara trampa captura la imagen de un rinoceronte indio (Rhinoceros unicornis) ensangrentado en el parque nacional de Kaziranga, India. Aunque es enorme, el rinoceronte es muy ágil y veloz cuando es necesario: puede cargar a velocidades de hasta 48 kilómetros por hora.
Fotografía de Steve Winter, Nat Geo Image Collection
Dos cachorros de tigre de Bengala (Panthera tigris tigris) juegan en una poza en el parque nacional de Bandhavgarh, India. Los cachorros se independizan de sus madres a los 18 meses, cuando son lo bastante mayores como para cazar y dominar sus propios territorios.
Fotografía de Steve Winter, Nat Geo Image Collection
El lobo de crin (Chrysocyon brachyurus) —fotografiado en Pantanal, Brasil— ha evolucionado para cazar entre la hierba alta de los pantanos y tiene unas patas larguísimas. Los lobos de crin cazan solos y usan su orina distintiva para marcar su territorio.
Fotografía de Joel Sartore, Nat Geo Image Collection
Un linsang africano (Poiana richardsonii) sale durante la noche para cazar en la isla Bioko, Guinea Ecuatorial. Estos carnívoros de aspecto felino suelen pesar menos de un kilo.
Fotografía de Christian Ziegler, Nat Geo Image Collection
Una cría de ciervo mulo (Odocoileus hemionus) pasa por Eagle Pass, en la parte sudeste del parque nacional de Yellowstone, Wyoming.
Fotografía de Joe Riis, Nat Geo Image Collection
Una cámara remota captura brevemente la cola de un cocodrilo africano occidental (Crocodylus suchus) que entra en su madriguera junto al turbio río Salamat, en el parque nacional de Zakouma, Chad. El río, en el que abundan los cocodrilos, también alberga al gran cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus).