Un nuevo estudio revela que los lazos tan profundos que comparten humanos y animales pueden provocar que el dueño transmita su personalidad a su mascota
Seguramente lo hayas oído o dicho más de una vez. Lo de que las mascotas se parecen a sus dueños es algo que hemos repetido una y otra vez, pero ahora un nuevo estudio va más allá. Y es que vas a tener que controlarte antes de hablar del estado psicológico de tu mascota, especialmente si tienes gatos, pues puede que no es que le pase nada, sino que está reflejando tu estado emocional.
Una nueva investigación realizada por especialistas de la Universidad de Nottingham Trent y de la Universidad de Lincoln, ambas en Reino Unido, y publicada en la revista PLOS One ha demostrado que los lazos tan profundos que se generan entre el ser humano y su mascota provocan que muchos de los rasgos de personalidad del primero se reflejen en los comportamientos del segundo. Es decir, que si tú estás estresado o te sientes especialmente alegre, es muy posible que tu gato también experimente estas sensaciones.
Gracias a otros estudios ya sabíamos que esta fuerte conexión existía, pero lo que se busca con el nuevo estudio es profundizar en las consecuencias que puede tener nuestra situación personal en nuestros animales. Es decir, que parte de su bienestar depende de no solo cómo nos comportemos con ellos sino de cómo seamos en nuestro día a día aunque no tenga que ver, a priori, con nuestras mascotas.
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