Tener una mascota en casa es sinónimo de cariño, responsabilidad, de mucha diversión, mucho trabajo también... pero hay un detalle que muchas veces se nos olvida, y es la relación que muchas veces se genera entre los más pequeños y los niños.
Por ello preguntamos a la directora de La Pedrasca, una granja escuela diferente ubicada en Serdio, en el Valle del Saja-Nansa, en Cantabria, cuyo objetivo principal es dar a conocer los rincones más bonitos del pueblo, localizado en la campiña occidental de Cantabria, y al mismo tiempo mostrar la vida, costumbres y problemas de los habitantes de estos pueblos rurales, que están muy ligados a las estaciones y la climatología.
¿Cómo surge la idea de acercar la vida rural a quien la desconocen por completo?
Mi sorpresa fue que el público que demandaba mi actividad eran casi en su totalidad niños o familias al completo (incluidos los abuelos). A raíz de la experiencia de ir en carro de caballo con niños, como hice yo misma durante toda mi infancia, acompañando a mi abuelo en sus "quehaceres", me di cuenta que los niños no se aburrían nunca de ir en carro, ¡disfrutaban tanto como yo cuando era pequeña!", recuerda.
Esta observación me llevó a pensar en mi infancia.Tuve una infancia muy feliz en Serdio y yo lo atribuyo completamente al entorno en el que vivía. Pienso realmente que las personas que han tenido una infancia feliz, por muy mal que lo pase en la vida, siempre tendrá un millón de recuerdos que le harán sentirse un poco mejor en la edad adulta, que en ocasiones nos hace enfrentarnos a cosas muy duras.
Es por esta razón, que La Pedrasca pega un giro en el sentido de focalizar más las actividades hacia los niños y por ello una de las paradas obligadas en la ruta de carro es visitar mis animales y visitar mi pequeña huerta para que los niños recojan huevos, den de comer a los animales, planten unas lechugas y se lleven para casa un calabacín, unos huevos, una lechuga (lo que haya en ese momento).
¿Qué buscan los padres para sus hijos aquí?
Esta es una zona de fuerte turismo en verano, y quieren que sus hijos tengan un verano divertido y no estar en una guardería entre cuatro paredes. Esto lleva a La Pedrasca a reservar para todos estos niños de la zona unas horas durante la mañana y se convierte en una especie de campamento de verano rural, pero sin pernocta.
Por otra parte, aquellas familias procedentes de zonas urbanas que visitan esta zona en verano y festivos, lo que demandan es, poder hacer una actividad en familia y al mismo tiempo que sus hijos tengan contacto con el campo, los animales y en general que aprendan y se diviertan en un espacio natural.
¿Cuáles son los beneficios de visitar con niños una granja escuela?
El sólo echo de planear la visita a una granja escuela, genera en los niños una mezcla de sensaciones entre las que se encuentran; ilusión, curiosidad, ¿Qué animales tendrán?¿Los podré tocar? Miedo ¿serán peligrosos?¿Habrá una cerca o estarán sueltos?, impaciencia, un millón de preguntas estarán en su cabeza.
La visita en sí es una fiesta de emociones divertidas; gritos, risas, caricias (sobre todo a los animales más pequeños e indefensos), carreras y observaciones curiosas que sólo un niño podría hacer.
Todo esto habrá hecho que el niño despeje sus dudas, se haya enfrentando a sus miedos, haya aprendido a tener paciencia, consigue una mayor seguridad en sí mismos y sobre todo les dará la sensación de haber aprendido un montón de cosas sobre los animales y el campo que no sabía. Así que su ego sale reforzado.
Por supuesto, los niños tienen que estar lo más en contacto posible con los animales y el campo. Es interesante ver como algún niño que quizás en su entorno habitual ( el colegio, las actividades extraescolares, etc.) tiene problemas a la hora de relacionarse con otros niños, por su brusquedad o al revés, su extremada timidez, en un entorno como una granja-escuela es capaz de ser delicado con los animales, aquel que es brusco con las personas e incluso extrovertido, aquel que se muestra tímido, de modo que así pueden ir entrando en otras dinámicas de comportamiento que pueden ayudarles a la hora de relacionarse con el resto de personas.
¿Quién aprende más, los niños, o los padres viendo a los niños?
Los niños indudablemente aprenden siempre mucho más que los adultos, son capaces de hacer observaciones que un adulto nunca hubiese hecho, hacen preguntas sin miedo a parecer ignorantes en uno u otro tema, así que aprenden y disfrutan muchísimo más.
Los padres aprenden a conocer mejor a sus hijos. Al estar en un medio natural con animales, los niños tienen una sensación de libertad que les hace mostrarse tal y como son.
Los campamentos en la naturaleza son algo maravilloso, ¿los padres hemos olvidado que fuimos niños?
Yo soy madre y desde luego desde que soy madre me acuerdo mucho más de cuando yo era niña, es inevitable hacer comparaciones. "Pues cuando yo era pequeña sólo tenía una muñeca..." Lo que ocurre es que los padres estamos muy centrados en que a nuestros hijos no les falte de nada, estamos empeñados en apuntar a nuestros hijos a todo tipo de actividades extra escolares para que expriman al máximo todas sus capacidades y en esta carrera se nos olvida que lo más importante es intentar que tu hijo en un futuro sea una persona feliz y para ello la infancia tiene que ser feliz, sí o sí. Para ser feliz hay cosas muy sencillas como estar con tu familia y tus amigos haciendo cosas y sobre todo si estás en la naturaleza mejor.
Dime cómo es trabajar en una granja escuela
Se me ocurre como primera palabra; divertido, pero también hay que pensar en muchas cosas, ya que tienes a tu cargo animales y niños, ambos son totalmente impredecibles, así que hay que estar atento en todo momento.
¿Hay niños que de verdad conectan con los animales
Hay niños que tienen una sensibilidad especial para tratar a los animales. Los exploran y observan hasta por dentro de las orejas, si visitan la granja una vez al año saben reconocer a su oveja preferida de entra 50 ovejas un año más tarde, es algo increíble.
Son los animales los que eligen a los niños, ¿o al revés?
Definitivamente son los niños los que escogen a los animales, a no ser que los niños lleven comida en la mano, jajajaja