Una de las
voluntarias de la protectora se acercó allí y aunque al principio no vio
nada con tanta gente, al final encontró lo que buscaba: una preciosa
gata blanca y rubia encogida de frío en el pesebre, con sus cuatro
bebés.
Después de darle algo de comida se dio cuenta de que había otra gata adulta por allí, y al final pudo comprobar que para su sorpresa la madre de los gatitos no era Amélie, era la otra, una bonita gata carey que llamaron Noah.
Al parecer, las dos gatas, muertas de hambre y de frío, se habían refugiado en el pesebre navideño y al estar Noah tan débil y sola, Amélie ha decidido ayudarla a cuidar de sus pequeños, dándoles calor y protección mientras ella sale a buscar comida.
El supuesto dueño de Noah la abandonó a su suerte antes de parir, dejándola sola en la calle y sin ni siquiera llevarle algo de comida. Ahora estas dos madres coraje se han unido para intentar salvar a sus pequeños pero va a ser muy difícil si no encuentran un hogar de acogida o una familia definitiva pronto.
Las gatas y los bebés siguen en la calle, esperando que alguien les haga un hueco en su casa para pasar las Navidades. La historia todavía puede acabar en final feliz y ser un pequeño milagro navideño, y que sólo quede la curiosa anécdota de la gata que dio a luz a sus gatitos en un pesebre a sólo cuatro días de Navidad.
Para más información, acoger o adoptar a las madres y sus gatitos, podéis contactar con la protectora Asociación Protectora Felina La Colonia de Edu en su página de Facebook.
¡Feliz Navidad!
Después de darle algo de comida se dio cuenta de que había otra gata adulta por allí, y al final pudo comprobar que para su sorpresa la madre de los gatitos no era Amélie, era la otra, una bonita gata carey que llamaron Noah.
Al parecer, las dos gatas, muertas de hambre y de frío, se habían refugiado en el pesebre navideño y al estar Noah tan débil y sola, Amélie ha decidido ayudarla a cuidar de sus pequeños, dándoles calor y protección mientras ella sale a buscar comida.
El supuesto dueño de Noah la abandonó a su suerte antes de parir, dejándola sola en la calle y sin ni siquiera llevarle algo de comida. Ahora estas dos madres coraje se han unido para intentar salvar a sus pequeños pero va a ser muy difícil si no encuentran un hogar de acogida o una familia definitiva pronto.
Las gatas y los bebés siguen en la calle, esperando que alguien les haga un hueco en su casa para pasar las Navidades. La historia todavía puede acabar en final feliz y ser un pequeño milagro navideño, y que sólo quede la curiosa anécdota de la gata que dio a luz a sus gatitos en un pesebre a sólo cuatro días de Navidad.
Para más información, acoger o adoptar a las madres y sus gatitos, podéis contactar con la protectora Asociación Protectora Felina La Colonia de Edu en su página de Facebook.
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